Por Carlos Szwarcer
Una de las tantas consecuencias de la segunda guerra mundial fue la escasez de productos importados, entre ellos las gomas. Así se dio rienda suelta a la inventiva para solucionar el problema que limitaba la circulación de los vehículos de transporte. Aparecieron los "colectivos con ruedas metálicas circulando por las vías de los tranvías". En talleres de la zona sur del Gran Buenos Aires (Valentín Alsina) se modificaron algunas unidades agregándoles ruedas de acero.
Aunque fue un paliativo para solucionar un serio inconveniente, el nuevo y estrafalario servicio ((junio de 1944)), que prácticamente concentró su recorrido sobre Av Rivadavia, rápidamente comenzó a mostrar falencias. Unidades que se salían de los rieles, ruidos estrepitosos y un funcionamiento ineficiente generó molestias y el disgusto de los usuarios. En septiembre de 1946, el servicio de colectivos rodando sobre las vías (denominado “microsvía” o “microsrriel”) , fue reemplazado por nuevos tranvías, desapareciendo el fugaz y pintoresco sistema que había intentado solucionar un severo problema en el transporte.
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