sábado, 11 de junio de 2016

Senegaleses en Buenos Aires

Por Carlos Szwarcer

Argentina es el país de Latinoamérica con mayor cantidad de inmigrantes senegaleses.

A partir de la década del noventa, migrantes procedentes de Senegal y otros países africanos, como Malí, Nigeria, Ghana, Sierra Leona, Liberia, Camerún y Guinea, marcaron una nueva etapa en el arribo de población proveniente de África a nuestro país.

Los senegaleses que llegan a la ciudad en esta nueva camada, por lo general viajan solos, sin familias, y por consejo de parientes y otros conocidos que ya están residiendo aquí. Con ellos o en los cursos de idiomas de la Facultad de Filosofía y Letras –por un convenio que existe a través de la Comisión Católica para las Migraciones- aprenden el castellano, mientras se defienden como pueden con el francés y el wolof (dialecto de la etnia del mismo nombre). Una vez instalados, se dedican a las actividades laborales que desarrollaban en su lugar de origen. Por lo general, relacionadas con el comercio.


Es muy difícil establecer el número exacto de la población senegalesa en Buenos Aires, ya que las estadísticas censales dan cuenta de la población extranjera originaria de África en una sola categoría continental –que en 2001 era de 1.883 personas-. Los propios migrantes, sin embargo, consideran una cifra que podría rondar los 5 mil residentes africanos, de los cuales alrededor de 1.500 serían senegaleses, según estima la Asociación de Residentes Senegaleses en Argentina. Además, se observa un fenómeno de migración interna hacia las provincias. Tucumán, Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Santiago del Estero y Salta son las más elegidas por esta comunidad.

¿Dónde se establecieron?

Debido a que muchos llegaron por recomendación de familiares, amigos o conocidos, fue común que encontraran vivienda cerca de ellos. La zona elegida en este caso fue el barrio de Once, que desde algunos años comenzó a llamarse “la pequeña Dakar”. Allí viven y trabajan la mayoría de los residentes africanos que actualmente residen en Buenos Aires. Otras dos zonas en las que viven son el centro de la ciudad y el barrio de Flores.

Existen ONGs, además, que durante los primeros meses, se encargan de canalizar la ayuda de las Naciones Unidas y les financian el hospedaje, les ofrecen cursos de idiomas y les ayudan a insertarse laboralmente. Una fundación les entrega un vale de dinero para que lo cambien por joyas de fantasía y no exige pago ni devolución a cambio. Por ello, muchos suelen dedicarse a la venta de objetos de oro con sus mantas y paraguas sobre la avenida Corrientes.

¿Quiénes llegaron?

Según los datos recogidos por la antropóloga Bernarda Zubrzycki sobre la migración senegalesa en la ciudad, hoy llegan al país “mayoritariamente varones de entre 20 y 35 años” de esa nacionalidad. Los más jóvenes por lo general son solteros y los más grandes que están casados viajan solos, sin su familia. Respecto a las mujeres que migran, asegura que, salvo pocas excepciones, también son solteras, llegan solas y todas tienen un pariente en el país.

La gran mayoría de los senegaleses que residen en Argentina pertenecen a la etnia wolof y a la cofradía mouride, aunque también existe una minoría perteneciente a la cofradía tijan y a los grupos étnicos bambara y diola. Estos últimos fueron los primeros migrantes senegaleses en llegar a la Argentina, a mediados de los noventa.

Los motivos por los que decidieron dejar su país son principalmente la falta de trabajo y las aspiraciones de mejorar sus condiciones de vida y las de su familia. A grandes trazos, existe una división importante en este sentido: los que llegan con formación profesional o técnica y los que no la tienen. En este último grupo, según las investigaciones de Zubrzycki, “son pocos los que terminaron la escuela primaria y en su mayoría se dedicaban al comercio y a la venta ambulante o en puestos de ferias en Senegal”.

Por lo general, la mayoría continúa viviendo entre Senegal y Argentina. Casi todos envían dinero mensualmente y se comunican con su país en forma periódica. El número es alto: desde la Asociación de Residentes Senegaleses estiman que un 99 por ciento de los migrantes envían remesas a Senegal.

Las cadenas migratorias son una constante en los senegaleses. Todo senegalés que llega a la ciudad tiene algún conocido a quien contactar y a quien puede solicitar apoyo material. Este tipo de cadenas facilitan la gestión de documentación y el proceso para conseguir empleo y vivienda.

Es importante remarcar que, si bien son una parte importante, no todos los senegaleses que residen en la ciudad se dedican a la venta ambulante. Algunos se dedican a la venta de artesanías y bijouterie de Senegal en locales comerciales de las galerías céntricas; otros trabajan de mozos o cocineros en bares o restaurantes; hay mecánicos, albañiles, y varios bailarines y músicos, como Abdulaye Badiane (creador de la escuela Dara Chosan) y Cheikh Gueye (creador de la escuela Daaradji Gaynde Djembe e integrante del ensamble de tambores La Bomba del Tiempo).

La Unión de Africanos del Cono Sur fue formada en el año 1999 -en 2002 consiguió la personería jurídica- por un grupo de senegaleses, congoleños y cameruneses, con el objetivo es hacer frente a los problemas comunes de los nuevos inmigrantes africanos en la ciudad.

La asociación no cuenta con aportes o subsidios de ningún tipo. Son sus miembros los que se hacen cargo de ella a través de colaboraciones y su presidente colabora con el alquiler de la sede (Uruguay 196, 3º piso), que se ofrece a los inmigrantes como un espacio de encuentro y de realización de actividades.

Asociación de Residentes Senegaleses en Argentina (A.R.S.A.)

La Asociación de Residentes Senegaleses en Argentina, la primera institución de esta colectividad en nuestro país, se creó en 2007, luego de una asamblea general organizada en la sede de la Unión de Africanos del Cono Sur. Sus objetivos son promover y difundir la cultura africana y en particular la senegalesa, promover la integración de los residentes senegaleses en nuestro país y obtener un reconocimiento formal, una “visibilidad legal”, por parte de las autoridades argentinas y el propio estado senegalés. Para la asociación, una de las principales carencias es la ausencia de una embajada o consulado senegalés en nuestro país y de cualquier tipo de representación diplomática.

Su presidente desde 2009, Abba Goudiaby, señaló en una entrevista: “Ya en el pasado se creó una Asociación que nucleaba a todos los africanos que querían participar (La Unión de Africanos en el Cono Sur) (…) pero nos dimos cuenta, los otros senegaleses, que si bien hay en este vínculo, que todos pertenecemos al mismo continente, y a veces los problemas no son los mismos. Desde el punto de vista cultural, ciertos factores necesitaban de una estructura más específica y lo hemos hecho a través de esta Asociación”.

Asociación Casa Senegalesa

La Asociación Casa Senegalesa surgió en el 2009 como una iniciativa del senegalés Khadim Thiourne y su esposa argentina. Su principal objetivo es promover el establecimiento de un consulado senegalés en Argentina.

Música y danza

De la mano de las nuevas generaciones de jóvenes afrodescendientes y de la nueva ola de inmigrantes africanos en nuestro país, la música senegalesa, y la africana en general, está tomando nuevo impulso en la ciudad desde hace algunos años. El género musical que principalmente toca la etnia wolof, a la que pertenecen gran parte de los senegaleses que viven en el país, es el mbalax. Pero no es el único que se escucha en la noche porteña.

Existen dos escuelas de senegaleses que se dedican a enseñar su música y su danza. La escuela Dara Chosan, que fue creada por el músico Abdulaye Badiane en 2005 y el instituto de enseñanza musical Cheikh Gueye, que fue creado por Daaradji Gaynde Djembe, integrante del ensamble de tambores La Bomba del Tiempo, para enseñar a argentinos, africanos y afrodescendientes los ritmos de su continente.

Religión

Al igual que en Senegal -donde el 84 por ciento de sus 13 millones de habitantes practican la religión musulmana-, muchas de las tradiciones, eventos, ritos y ceremonias que practican los senegaleses residentes en Argentina giran en torno a la religión.

Las actividades se desarrollan, por lo general, en las mezquitas Rey Al Fadh, en Palermo, y Al Ahmad, en Alberti y Av. Garay. En el centro islámico, ubicado en Av. San Juan y La Rioja, se celebran fiestas religiosas como la del gran Magal (conmemoración del viaje al exilio del jeque Ahmadou Bamba), el Gamu (celebración del nacimiento de Muhammad), la Tabaski (fiesta del cordero), el Korité (el final del mes de Ramadán) y el Tamkharit (año nuevo musulmán).

Barrios, calles, plazas y monumentos

Debido a que la senegalesa es una colectividad relativamente nueva en nuestra ciudad, no cuenta con muchas referencias en nombres de calles y plazas. Encontramos sólo dos: la plazoleta Infante Don Henrique el Navegante (1394-1460), que además cuenta con un busto en su honor, en honor al príncipe portugués que descubrió las costas de Senegal en 1445, y el cantero África, continente del cual Senegal es parte, ubicado en la Av. San Isidro Labrador, entre las calles Arias y Deheza.

Al igual que en Senegal -donde el 84 por ciento de sus 13 millones de habitantes practican la religión musulmana-, muchas de las tradiciones, eventos, ritos y ceremonias que practican los senegaleses residentes en Argentina giran en torno a la religión.

Misteriosa muerte de un líder de la comunidad senegalesa

Massar Ba, el ciudadano senegalés que se dedicaba a ayudar a sus compatriotas que llegaban al país y que defendía a vendedores ambulantes y a todos aquellos que recibían algún tipo de discriminación racista o ataque de la Policía, fue encontrado mal herido, con fuertes golpes y cortes en varias partes del cuerpo. Tirado en una vereda del barrio porteño de San Cristóbal fue trasladado por una ambulancia hasta el hospital Ramos Mejía. Allí los médicos lo operaron dos veces. No aguantó la segunda intervención y murió por la sangre que había perdido. Fue director de la Casa de África en Argentina. Formaba parte además de la Agrupación Afro Xangó. Su muerte ocurrió el 8 de marzo. A tres meses, el hecho permanece en el misterio..
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Fuentes consultadas
Badiane, Abdoulaye, “La alegría es fuerza”. Entrevista realizada por Dinah, Buenos Aires, Revista Quilombo, Nº22, abril 2007.
Himitian, Evangelina, “Buenos Aires, destino de africanos”, La Nación, Lunes 07 de septiembre de 2009.
Maffia, Marta, “Una contribución al estudio de la nueva inmigración africana subsahariana en la Argentina”, La Plata, Cuadernos de Antropología Social, Nº 31, pp. 7–32, 2010.
Monumentos y Obras de Arte en el Espacio Público, Buenos Aires, Comisión de Preservación del Patrimonio Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 2001.
Morales, Orlando Gabriel, “Africanos en Argentina”, Buenos Aires,
http://www.otrosenred.com.ar/inicio.php, 2008.
Piñeiro, Alberto Gabriel, Barrios, calles y plazas de la Ciudad de Buenos Aires. Sus nombres desde la fundación hasta nuestros días, Buenos Aires, Instituto Histórico de la Ciudad de Buenos Aires, 2005.
Zubrzycki, Bernarda, “La migración senegalesa y la diáspora mouride en Argentina”, La Plata, VIII Reunión de Antropología del Mercosur, 2009.
Zubrzycki, Bernarda y Agnelli, Silvina, “‘Allá en África, en cada barrio por lo menos hay un senegalés que sale de viaje’. La migración senegalesa en Buenos Aires”, La Plata, Cuadernos de Antropología Social, Nº 29, pp. 135–152, 2009.
http://www.buenosaires.gob.ar/
https://agrupacionxango.wordpress.com/
Diarios Clarín, La Nación, Página 12 y Ámbito Financiero Marzo a Mayo de 2016.

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