Por Carlos Szwarcer
Un antiguo adagio oriental comenta: "Un sabio anciano regaba día tras día un retoño y sistemáticamente unos jóvenes se mofaban espetándole, maliciosamente, que era vana su acción, le insistían insultándolo una y otra vez: "¡Viejo imbécil, no verás jamás el retoño convertido en frondoso árbol!". El honorable geronte proféticamente les respondió: "¡Es verdad, tal vez no viva para ver el árbol crecido, pero qué hermosa sombra les dará un día a mis nietos!".
Fragmento de "Otros Tiempos - una reflexión sobre el futuro -" por Carlos Szwarcer (Revista del CECAO. Córdoba. Argentina.2004)
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