domingo, 21 de diciembre de 2014

Los 150 años del Café-Bar “El Federal”

Por Carlos  Szwarcer

Cumplió 150 años “El Federal”, bar ubicado en el barrio de San Telmo. Sobre este ´Café Notable´ de la ciudad de Buenos Aires escribí hace un tiempo: “… es un lugar atractivo, ya mirándolo de lejos su fachada tiene algo de secreto, como atesorando historias tan viejas como prohibidas. Tal vez, surge esa idea porque dicen que las comadres del centenario tenían ´fichada´ esta esquina como “poco santa”. Hoy, en algunas mesas, se escuchan conversaciones en inglés, inevitable. El sitio atrae a pequeños grupos de turistas. Un personaje ensimismado, detenido en su soledad, lee sin apuro el diario. Observo; saco unas fotos. Otros flashes se entrecruzan. Gente que no se conoce e intenta comunicarse entre la mesas. Breves comentarios en inglés y en castellano. En tanto, gira un tango de la “guardia vieja…” con ruido a disco de pasta, con la percepción de surcos arañandos a fuerza del paso de la púa, se saborea el transcurrir del tiempo”. (1)


El local se encuentra en una de las esquinas de Perú y Carlos Calvo. En 1864 inició su actividad una pulpería. Más adelante se convirtió en un almacén donde “…  se conseguían buenas sardinas españolas, originales higos de Esmirna y un excelente aceite de oliva italiano”. (2)

Como se señaló, es vox populi que en los altos del edificio – tempranamente - funcionó un prostíbulo (3), atracción para muchos vecinos de la zona y, seguramente, para algunos funcionarios que llegaban desde la antigua y cercana legislatura porteña. Quizás, estas actividades motivaron que circulara en el barrio la siguiente cuarteta: “Detrás de la Concepción/ donde crecen los malvones/ destrozan los corazones/ mujeres sin corazón”.

Al excavar el pozo para colocar la barra actual del bar se encontraron cadáveres sepultados, probables víctimas de la terrible epidemia de fiebre amarilla que afectó a Buenos Aires en 1871. Otro hecho dramático habría ocurrido en el solar cuando la hija del dueño del local fue asesinada por su novio, al conocer éste que su prometida le era infiel.

A mediados del siglo XX el edificio de “El Federal” funcionaba como “almacén con despacho de bebidas”, se lo llamaba “El almacén de Don Jesús”, luego se convertiría en el clásico café-bar, recordándoselo como “La puerta verde” o “El farol verde” (4).

El poeta José Muchnick describe estos locales comerciales del siguiente modo: “Los bares, como los hombres o las ciudades, tienen un alma madurada en charlas, en copas, en amores… Los bares albergan generosos, peregrinos del mundo y parroquianos de barrio, habitués de una vida o pasantes de una noche. Los bares son mucho más que bares, son fermento de creación cultural y lazos sociales. Poesías, músicas, manifiestos, han sido a menudo dados a luz en los bares”. (5)

En todo caso, en estos espacios de encuentros existen infinidades de historias… que, conocidas o secretas, perviven en el recuerdo o se anclan en algún recodo del tiempo con destino de olvido.

Trascendiendo sucesos, relatos o reflexiones, cierta decadencia en la última década del siglo pasado, asociada al contexto socioeconómico del año 2001, obligó a los dueños de “El Federal” a cerrarlo. Lo compró, restauró y reabrió el mismo grupo que es dueño de otros cuatro cafés notables: Café Margot, Bar de Cao, Celta Bar, y Café La Poesía.

Feliz aniversario, entonces, para “El Federal” (1864-2014). Ciento cincuenta años de existencia representan una parte de la historia de la ciudad.

Notas:
1) Szwarcer, Carlos. “Un Domingo en San Telmo. Visita al Bar El Federal”, (en Estampas de Buenos Aires. Marzo de 2009. http://blogs.monografias.com/estampas-de-buenos-aires/2009/03/19/un-domingo-en-san-telmo-visita-al-bar-el-federal/)
2) Parise, Eduardo. “El bar por el que pasó la historia”.  (Clarín. 6 de octubre de 2014)
3) Spinetto, Horacio. Cafés Notables de Buenos Aires Tomo ii.  Pág 56. (Buenos Aires. 2011)
4) Dema, Verónica. El Federal: el bar que en 1864 instaló el ritual de la picada y el vermut. En La Nación. Edición  31 de octubre de 2014).
5) El texto está escrito en el mantel de papel que suelen poner en las mesas del Bar Margot. (http://milanesadealma.blogspot.com.ar/ )

Imagen: Agradecemos al artista plástico Hugo José Iriarte que nos facilitó la foto de su acuarela para ilustrar este texto.

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