Por Carlos Szwarcer
Al igual que otras Galerías de fin del siglo XIX y principios del XX, la Galería Güemes fue concebida al estilo de los grandes espacios europeos, que eran lugares de encuentro, de esparcimiento y donde, además de las compras, sucedían acontecimientos sociales; eran los predecesores de los actuales shoppings.
El edificio Galería Güemes es considerado uno de los primeros rascacielos de Buenos Aires con sus 87 metros de altura. Al visitante de aquellos años lo sorprendía la variedad de usos y funciones que albergaba en su interior. En el subsuelo un teatro y un importante salón de eventos y restaurante. En la planta baja la Galería con locales comerciales y variada gastronomía. Desde el primer piso oficinas, y a partir del 6º nivel se encontraban los departamentos totalmente amueblados que se alquilaban temporalmente. Al llegar al piso 14º se encontraba uno frente a la confitería que tenía vistas a la ciudad y donde sonaban los acordes de una orquesta que tocaba desde un balcón interno del salón. Cuatro niveles más arriba el mirador, punto más alto de la ciudad durante varios años con una vista única de 360 grados en pleno centro de la ciudad.
Todo ello acompañado por alardes técnicos como ascensores capaces de recorrer 140 metros en 60 segundos, sistemas contra incendios que bombeaban hasta 24 mil litros por hora y que eran activados a través de alarmas eléctricas ubicadas en la planta baja y los subsuelos. Los distintos sectores contaban con refrigeración, calefacción y ventilación forzada, y hasta fue comidilla por indiscreto el tablero luminoso que informaba acerca de la ocupación de las oficinas.
Un sistema de tubos neumáticos servía de correo interno del edificio.
No menos impacto causó la combinación de iluminación natural y artificial de la bóveda y la broncería del pasaje, o los detalles de broncería de los escaparates y de las puertas de los ascensores.
El teatro contaba con butacas montadas sobre una losa de hormigón armado que, a su vez tenía apoyo pivotante capaz de cambiar la pendiente de la sala.
El conjunto causaba una impresión verdaderamente futurista teniendo en cuenta que corría el año 1915.
Los promotores de la obra fueron los salteños Emilio San Miguel y David Ovejero, dueños de gran fortuna y propietarios de la casona de 1830 que había en el terreno sobre Florida. Al principio se pensó en realizar la obra tan sólo sobre esta calle, pero luego se sumó al proyecto el Banco Supervielle, propietario del lote que miraba a San Martín. Se optó entonces por un edificio-pasaje que conectara ambas calles mediante una Galería de 116 metros.
El emprendimiento fue encomendado al arquitecto italiano Francisco Terencio Gianotti. La Galería Güemes fue considerada una de las obras cumbres de Art Noveau.
La construcción comenzó en 1913, y debió afrontar no pocos problemas, pues sus propietarios quedaron en bancarrota por el costo de la obra que subió de 10 a 15 millones de pesos fuertes, situación agravada cuando un submarino alemán hundió el barco que traía los mármoles italianos para la fachada sobre Florida y otros costosos elementos para su terminación.
El nombre del edificio, rinde homenaje al máxime héroe de la provincia de Salta, General Martín Miguel de Güemes. El 15 de Diciembre de 1915, la inauguración fue organizada por el Círculo de la Prensa y a ella asistieron el Presidente de la Nación Dr. Victorino de la Plaza (de origen Salteño), otras autoridades y descendientes del General Güemes.
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Fuentes:
http://www.galeriaguemes.com.ar/imagenes
http://www.scielo.org.ar/
http://www.acciontv.com.ar/
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